La boda de una persona es el día más bonito e increíble hasta que van llegando los hijos, eso es lo que todo el mundo dice, yo como aún no tengo niños pues guardo ese día como el más feliz de mi vida hasta ahora.
Por las circunstancias de la vida no todo el mundo puede celebrar 25 años casado con la persona que eligió, y por eso me parece muy bonito poder celebrar ese aniversario junto a los hijos,( mi madre dice que para ella fue más especial el día de sus bodas de plata que el propio día de su boda, porque estuvo rodeada de toda la familia y además de nosotros, sus hijos, imagino que igual les habrá pasado en este caso a M. José y a Tomás.
Sus hijas M. José y Gemma les dieron muchas sorpresas y Gemma que fue quien me encargó esta tarta me mandó fotos de la fiesta que tuvieron montada.
Estuvo mirando por internet algunos modelos de tarta y después de unas dudas que solventamos se decidió por una muy fina y elegante que vais a ver, siempre con alguna modificación porque no me gusta copiar ningún modelo de tarta de nadie así que le dimos su propio toque personal y cuando la tuve lista le mande una foto, ella se emocionó mucho y como siempre no paró de halagarme y felicitarme por el trabajo.
El gusto es mío cuando vienen por ella y no solo ella se emociona a pesar de saber como era, sino que también su chico se sorprende y me felicita pensando en lo mucho que les va a gustar, y espero que así fuera porque tanta ilusión como pusieron y con la que yo la hice merecía cuando menos una gran alegría y sorpresa.
Os dejo fotos de la tarta y de la pareja con ella recién sorprendidos en la cena que tuvieron en Salones Epilogo.
Un beso muy grande a la pareja y que sean muchos años más, y como no un abrazo para Gemma que es simplemente especial.
Es muy sencilla y bonita, como la ocasión lo merece
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