Ella vino por la tienda y había visto las tartas de comunión de Javier y Paula y le habían gustado mucho por eso pensó que aunque ya tenían pastelitos para la celebración le gustaba que su hijo tuviera su tarta de comunión.
Me dijo que al niño le gustaba el fútbol y que aunque no quería que perdiera la esencia de lo que es ese día le pusiera un balón en algún sitio, la tarta no la quería demasiado grande y lo demás lo dejó a mi elección.
Me atreví a decorarla con colores rojo y dorado en el adorno que lleva el traje de almirante, el niño iba vestido con el traje de almirante oscuro y el chaleco rojo, de ahí saqué la idea.
El resultado es muy original también, vais a ver que bonita.
Cuando la entregamos tanto a la mami como al niño les gustó y luego recibí al día siguiente un mensaje de Juli dándome las gracias y diciéndome que se había quedado muy contenta.
Le mando un beso y le doy las gracias por confiar en mi ,porque aunque sé que ella se ha atrevido a probar en este mundillo del fondant para ese día decidiera que fuera yo quien la hiciera.
Besos y gracias....